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Cómo juzgar la gravedad de una lesión reciente

Cómo juzgar la gravedad de una lesión reciente

Introducción

¡Bienvenido a nuestra guía sobre cómo juzgar la gravedad de una lesión reciente! Como médicos deportivos, entendemos lo preocupante que puede ser sufrir una lesión durante la actividad física. Ya sea que practiques deportes de forma profesional o simplemente como pasatiempo, es esencial saber cómo evaluar la seriedad de una lesión para tomar las decisiones adecuadas sobre el tratamiento y la recuperación. En este artículo, te proporcionaremos los conocimientos necesarios para reconocer los diferentes niveles de gravedad de una lesión y qué medidas tomar en cada caso.

Esguinces y torceduras o las «lesiones agudas» son un hecho normal de la vida y es probable que sean más comunes ahora que hay un gran enfoque en la salud pública y en hacer que todos se muevan. El cuerpo humano tiene una notable capacidad de curación y la mayoría de las lesiones mejorarán sin más intervención, y a veces es difícil saber si necesita buscar ayuda o no. 

¿Qué es una lesión reciente?

Una lesión reciente es cualquier daño físico que ocurra de manera inesperada y afecte el funcionamiento normal del cuerpo. Puede ser causada por una caída, un golpe, un choque o un movimiento brusco. En el contexto deportivo, las lesiones recientes son bastante comunes y pueden variar en gravedad. Reconocer la seriedad de la lesión es crucial para evitar complicaciones y promover una pronta recuperación.

Cómo evaluar una lesión reciente

Cuando te enfrentas a una lesión reciente, es fundamental seguir una serie de pasos para evaluar su gravedad antes de tomar cualquier acción. Recuerda siempre consultar a un profesional médico para obtener un diagnóstico preciso, pero estos son los pasos que puedes seguir para una evaluación inicial:

Paso 1 – Detener la actividad física

La primera medida que debes tomar cuando experimentas una lesión es detener cualquier actividad física de inmediato. Si estás practicando un deporte, sal del campo o la cancha para evitar un mayor daño a la zona afectada. El reposo inicial es crucial para prevenir lesiones adicionales y permitir que el proceso de curación comience.

Paso 2 – Evaluar la intensidad del dolor

El dolor es un indicador clave de la gravedad de una lesión. Evalúa la intensidad del dolor en una escala del 1 al 10, donde 1 es un dolor leve y 10 es un dolor insoportable. Si el dolor es leve a moderado, es posible que la lesión no sea grave y pueda manejarse en casa con cuidados básicos. Sin embargo, si el dolor es intenso o insoportable, busca atención médica de inmediato, ya que puede ser un signo de una lesión más severa.

Paso 3 – Observar la hinchazón y los hematomas

La hinchazón y los hematomas son síntomas comunes de una lesión. Observa si hay alguna hinchazón alrededor del área afectada y si aparecen moretones en la piel. La hinchazón excesiva y los hematomas extensos pueden indicar una lesión más grave, como una fractura o una lesión en los tejidos blandos. En tales casos, es importante buscar atención médica de inmediato.

Paso 4 – Comprobar la movilidad y la funcionalidad

Intenta mover la parte afectada suavemente para evaluar su movilidad y funcionalidad. Si puedes mover la extremidad o la articulación con relativa facilidad y sin experimentar un dolor significativo, es posible que la lesión no sea grave y pueda tratarse con cuidados en casa. Sin embargo, si la movilidad está restringida o experimentas un dolor intenso durante el movimiento, es necesario buscar atención médica para una evaluación más detallada.

Por lo general, puede tratar las lesiones comunes usted mismo al: 

  • descansar la parte afectada del cuerpo durante las primeras 48  a  72  horas después de la lesión 
  • aplicando regularmente una bolsa de hielo en el área afectada durante las primeras 48  a  72  horas para reducir la hinchazón 
  • usar analgésicos de venta libre, como paracetamol o ibuprofeno, para aliviar el dolor 

Dependiendo del tipo de lesión, puede llevar más tiempo recuperarse por completo. En Pure Sports Medicine creemos que los viajes de recuperación después de una lesión se beneficiarían enormemente de los planes de tratamiento personalizados. En las primeras etapas, es importante no hacer demasiado demasiado pronto: intente aumentar su nivel de actividad gradualmente con el tiempo. Si tiene dificultades para volver a su nivel anterior de actividad, se recomienda que consulte a un fisioterapeuta para ayudarlo a comprender las razones por las que esto sucede. La razón principal será que algo está interrumpiendo el proceso de curación normal y retrasando el tiempo de recuperación natural. Este suele ser el caso de las personas con patrones de movimiento deficientes, error de entrenamiento o simplemente empujar demasiado fuerte demasiado pronto. 

Cuando vea a un profesional de la salud, se le dará un plan de tratamiento personalizado. Esto trazará su recuperación para que sea fácil de entender. Se le darán ejercicios específicos para usted y su lesión y esto se puede hacer en combinación con otros tratamientos como acupuntura, masaje de tejidos blandos y manipulación de articulaciones. Uno de los otros componentes clave en el tratamiento de su lesión sería la educación. Los pacientes que entienden lo que está pasando con su lesión se recuperan mejor que los que no. Hablamos de los tiempos de curación y los consideramos al trazar su plan de tratamiento. Los médicos consideran los 4 Fases de curación de todas las lesiones. Hay alguna variación en los marcos de tiempo según el tipo/función del tejido, el suministro de sangre al área y nuestra capacidad para proteger el tejido lesionado. 

Fase 1  —  Sangrado
El daño tisular resultará en sangrado, y los tejidos más vasculares (músculos) sangrarán por más tiempo que los tejidos menos vasculares (ligamentos, cartílagos). Esta es la fase más corta, por lo general solo dura de 4  a  6  horas.

Fase 2  —  Inflamación
La inflamación es un proceso esencial de reparación de tejidos. La acumulación de líquido (hinchazón) en el sitio de la lesión trae células que consumen los desechos y el tejido muerto. Una vez que se elimina el tejido dañado, el tejido restante se prepara para la reconstrucción. Esta etapa alcanza un máximo de 1  a  3 días posteriores a la lesión antes de reducirse gradualmente durante las próximas semanas. Esta es la fase más dolorosa y posiblemente la más importante. Si presiona demasiado demasiado pronto, puede prolongar innecesariamente esta etapa y efectuar mejoras futuras. 

Fase 3  —  Proliferación
La fase de proliferación involucra células especializadas llamadas fibroblastos que se acumulan alrededor del sitio de la lesión. Su trabajo es reconstruir los vasos sanguíneos dañados y depositar colágeno para reconstruir el tejido dañado. Esta es la fase clave para comenzar a desarrollar nuevamente la tolerancia al ejercicio.

Fase 4  —  Remodelación
El colágeno depositado dentro de la fase de proliferación está desorganizado, orientado al azar y necesita madurar y remodelarse. Al aplicar una fuerza suave como el estiramiento, la contracción y la presión del peso sobre el tejido en proceso de cicatrización, esto ayuda a alinear las fibras de colágeno para que corran en línea con la dirección de la tensión y reducir la aparición de tejido cicatricial. Esta fase puede extenderse12 meses dependiendo del tamaño y tipo de lesión. Durante esta fase, es clave que sigas apegado a tu rehabilitación, en esta etapa deberías estar prácticamente libre de dolor y los ejercicios deberían ser progresivos, ya que esto ayudará al proceso de remodelación. Sin una remodelación adecuada del tejido, puede estar en riesgo de recurrencia. 

En algunos casos, las lesiones agudas pueden ser más graves, estas implicarían fracturas, dislocaciones, lesiones de cartílago y dolores de espalda intensos y repentinos. Aquí hay 3  ejemplos de signos que sugerirían que necesita buscar ayuda de un profesional de la salud. 

  • Se lesionó la rodilla el fin de semana jugando al fútbol, ​​la rodilla está magullada e hinchada, no puede mover la rodilla con normalidad y tiene dificultades para poner todo su peso sobre la pierna afectada. En el momento de la lesión, es posible que haya sentido un chasquido o un desgarro, posiblemente durante un movimiento de torsión contundente.
  • Ha tenido un inicio repentino de dolor de espalda que también se puede sentir en las piernas. Tiene síntomas como alfileres y agujas o entumecimiento y el dolor no mejora con el descanso y los analgésicos.
  • Se lesionó el hombro después de caerse, puede mover el brazo, pero el hombro está’ atrapar’ o sentirse atrapado en ciertas posiciones. Hay moretones en el brazo y se siente inestable. 

Incluso puede haber un subgrupo de lesiones en las que el dolor mejora con bastante rapidez, pero persisten otros signos, por ejemplo, la articulación de la rodilla todavía se siente inestable e hinchada. Esto, junto con los moretones notables en el momento de la lesión, aún sugeriría que hubo un daño estructural significativo, independientemente de si tiene dolor o no. Estos signos sugerirían que su lesión necesita una evaluación experta. En la mayoría de los casos, se recuperará por completo bajo la supervisión de un fisioterapeuta. Solo hay un pequeño porcentaje de personas con este tipo de lesiones que luego deberán ser remitidas para una intervención adicional. 

Cómo juzgar la gravedad de una lesión reciente

Niveles de gravedad de una lesión

Las lesiones pueden clasificarse en diferentes niveles de gravedad, desde leves hasta graves. A continuación, te presentamos una descripción de cada nivel:

Lesiones leves

Las lesiones leves son aquellas que generalmente no requieren atención médica inmediata y pueden tratarse en casa con cuidados básicos. Ejemplos comunes incluyen esguinces y distensiones musculares leves, pequeños cortes o raspaduras. Los síntomas suelen incluir dolor leve a moderado, hinchazón leve y una ligera limitación en la movilidad. En estos casos, puedes aplicar la regla «RICE»:

  • Resto: Descansa la zona afectada para permitir que el cuerpo se recupere.
  • Ice (hielo): Aplica hielo envuelto en una toalla sobre la zona afectada durante 15-20 minutos cada 2-3 horas durante las primeras 48 horas.
  • Compresión: Utiliza un vendaje elástico para ayudar a reducir la hinchazón.
  • Elevación: Mantén la extremidad elevada para reducir la hinchazón.

Si los síntomas no mejoran en unos días o si empeoran, busca atención médica para una evaluación más detallada.

Lesiones moderadas

Las lesiones moderadas son más graves que las leves y generalmente requieren atención médica. Ejemplos de lesiones moderadas incluyen esguinces y distensiones musculares moderadas, fracturas óseas pequeñas y contusiones significativas. Los síntomas pueden incluir dolor moderado a intenso, hinchazón considerable y limitación en la movilidad. Si sospechas que tienes una lesión moderada, busca atención médica lo antes posible.

El tratamiento para las lesiones moderadas dependerá del tipo y la ubicación de la lesión, pero puede incluir:

  • Inmovilización con una férula o yeso.
  • Terapia física para promover la recuperación y fortalecimiento.
  • Uso de medicamentos para aliviar el dolor e inflamación.

Lesiones graves

Las lesiones graves son aquellas que requieren atención médica inmediata y, en algunos casos, intervención quirúrgica. Ejemplos de lesiones graves incluyen fracturas óseas complejas, dislocaciones, desgarros de ligamentos y lesiones que involucran la cabeza, el cuello o la columna vertebral. Los síntomas suelen ser dolor intensos, hinchazón significativa y pérdida de movilidad.

Si sospechas que tienes una lesión grave, no intentes moverte por ti mismo y busca ayuda médica de emergencia de inmediato. La evaluación y el tratamiento oportunos son cruciales para prevenir complicaciones a largo plazo y promover una recuperación adecuada.

Preguntas frecuentes (FAQs)

¿Puedo aplicar calor en una lesión reciente?

En general, se recomienda evitar la aplicación de calor en las primeras 48 horas después de una lesión. El calor puede aumentar la hinchazón y empeorar el dolor en la fase aguda. Es mejor utilizar hielo para reducir la inflamación. Después de las primeras 48 horas, si la hinchazón ha disminuido y no hay signos de inflamación, puedes comenzar a aplicar calor suave para relajar los músculos y promover el flujo sanguíneo.

¿Es seguro hacer ejercicios de estiramiento después de una lesión leve?

Si tienes una lesión leve, es importante dar tiempo a tu cuerpo para recuperarse antes de realizar cualquier tipo de ejercicio o estiramiento. La prioridad en las primeras etapas de la lesión es descansar y aplicar el método «RICE» para facilitar la curación. Una vez que el dolor y la hinchazón han disminuido y puedes moverte con mayor facilidad, puedes comenzar a incorporar ejercicios de estiramiento suaves y gradualmente aumentar la intensidad según la tolerancia de tu cuerpo.

¿Cuándo debo buscar atención médica para una lesión moderada?

Si tienes una lesión moderada, es aconsejable buscar atención médica lo antes posible. Los médicos deportivos pueden realizar evaluaciones más detalladas y proporcionar un plan de tratamiento específico para tu lesión. Además, si experimentas alguno de estos síntomas, debes buscar atención médica de inmediato:

  • Dolor intenso y persistente.
  • Incapacidad para mover la extremidad afectada.
  • Hinchazón significativa.
  • Moretones extensos alrededor del área lesionada.

¿Puedo hacer ejercicio si tengo una lesión?

Depende de la gravedad de la lesión. Si tiene una lesión grave, es posible que deba evitar el ejercicio hasta que se recupere. Si tiene una lesión leve, es posible que pueda hacer ejercicio con algunas modificaciones. Es importante hablar con su médico antes de hacer ejercicio si tiene una lesión.

¿Cuánto tiempo tarda en sanar una lesión?

El tiempo de recuperación depende de la gravedad de la lesión. Las lesiones leves pueden sanar en unos pocos días o semanas, mientras que las lesiones graves pueden tardar meses en sanar. Es importante seguir las recomendaciones de su médico y no apresurarse a volver a hacer ejercicio hasta que su lesión haya sanado por completo.

¿Cómo puedo prevenir lesiones?

Hay varias cosas que puede hacer para prevenir lesiones, como:

  • Calentar antes de hacer ejercicio
  • Usar equipo de protección adecuado
  • Aumentar la intensidad del ejercicio gradualmente
  • Descansar lo suficiente entre los entrenamientos
  • Estirar después de hacer ejercicio

¿Cómo juzgar la gravedad de una lesión?

Hay varios factores que pueden ayudarlo a determinar la gravedad de una lesión. Estos incluyen:

  • Dolor: Si experimenta dolor intenso, es posible que tenga una lesión grave. Si el dolor es leve o moderado, es posible que la lesión no sea tan grave.
  • Hinchazón: Si hay hinchazón en el área afectada, es posible que tenga una lesión grave. La hinchazón puede ser un signo de inflamación y puede indicar que hay daño en los tejidos.
  • Movilidad: Si no puede mover la parte del cuerpo afectada, es posible que tenga una lesión grave. La falta de movilidad puede indicar que hay una lesión en los huesos o las articulaciones.
  • Sonidos: Si escucha un sonido de chasquido o crujido al lesionarse, es posible que tenga una lesión grave. Estos sonidos pueden indicar que hay una fractura o una dislocación.
  • Color: Si la piel alrededor de la lesión se vuelve azul o morada, es posible que tenga una lesión grave. Esto puede indicar que hay una lesión en los vasos sanguíneos.

Si experimenta alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica inmediata.

¿Qué debo hacer si creo que tengo una lesión grave?

Si cree que tiene una lesión grave, es importante buscar atención médica inmediata. Si la lesión es grave, puede requerir tratamiento médico y puede ser necesario que se someta a pruebas, como radiografías o resonancias magnéticas. Si no se trata adecuadamente, una lesión grave puede afectar su capacidad para participar en deportes en el futuro.

¿Cómo se puede diferenciar una lesión grave de una lesión menor?

Para diferenciar una lesión grave de una lesión menor, es importante prestar atención a los siguientes factores:

  • Tratamiento médico o quirúrgico: Si la lesión requiere tratamiento médico o quirúrgico para la curación, es probable que sea una lesión grave. Si no se necesita tratamiento, es posible que sea una lesión menor.
  • Dolor: Si la lesión causa un dolor intenso, es posible que sea una lesión grave. Si el dolor es leve o moderado, es posible que sea una lesión menor.
  • Hinchazón: Si hay hinchazón en el área afectada, es posible que sea una lesión grave. La hinchazón puede ser un signo de inflamación y puede indicar que hay daño en los tejidos.
  • Movilidad: Si no se puede mover la parte del cuerpo afectada, es posible que sea una lesión grave. La falta de movilidad puede indicar que hay una lesión en los huesos o las articulaciones.
  • Sonidos: Si se escucha un sonido de chasquido o crujido al lesionarse, es posible que sea una lesión grave. Estos sonidos pueden indicar que hay una fractura o una dislocación.
  • Color: Si la piel alrededor de la lesión se vuelve azul o morada, es posible que sea una lesión grave. Esto puede indicar que hay una lesión en los vasos sanguíneos.

Es importante tener en cuenta que si se experimenta alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica inmediata.

Conclusión

En conclusión, aprender a juzgar la gravedad de una lesión reciente es esencial para tomar decisiones informadas sobre el tratamiento adecuado. Recuerda siempre consultar a un médico deportivo o profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado para tu lesión.

Cuando te enfrentes a una lesión reciente, recuerda seguir los pasos de evaluación descritos anteriormente y prestar atención a la intensidad del dolor, la hinchazón y la movilidad. Reconocer los diferentes niveles de gravedad de una lesión te ayudará a tomar medidas adecuadas y evitar complicaciones adicionales.

Esperamos que esta guía te haya proporcionado la información necesaria para lidiar con las lesiones deportivas de manera efectiva y segura. La salud es lo más importante, así que no dudes en buscar atención médica si tienes alguna preocupación o sospecha de una lesión grave.

Recuerda, siempre es mejor prevenir las lesiones siguiendo prácticas deportivas seguras y manteniendo tu cuerpo en buena condición física. ¡Cuídate y disfruta del deporte de manera responsable y consciente!

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