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Consideraciones médicas y de lesiones para la natación

Consideraciones médicas y de lesiones para la natación

Introducción

La natación es un deporte muy completo y beneficioso para la salud, ya que ejercita todo el cuerpo, mejora el sistema cardiovascular y respiratorio, reduce el estrés y previene enfermedades como la osteoporosis. Sin embargo, como toda actividad física, también implica algunos riesgos y posibles lesiones que conviene conocer y prevenir. En este artículo, te ofrecemos algunos consejos médicos y de lesiones para la natación, tanto si eres un nadador principiante como si practicas este deporte de forma regular o competitiva.

¿Qué lesiones son más comunes en la natación?

Las lesiones más frecuentes en la natación suelen estar relacionadas con el uso excesivo de ciertas articulaciones y músculos, sobre todo los del hombro, la rodilla, el cuello y la espalda. Estas son algunas de las más habituales:

  • Hombro de nadador: se trata de un término genérico que engloba diferentes problemas en el hombro, como tendinitis, bursitis, pinzamiento o inestabilidad. Se produce por la repetición constante de los movimientos de brazada, que pueden generar inflamación, dolor, rigidez y pérdida de movilidad. Es más frecuente en los estilos de crol y mariposa, que implican una mayor rotación del hombro.
  • Rodilla de nadador: se refiere a la inflamación o irritación del cartílago de la rótula, que puede causar dolor, hinchazón y dificultad para flexionar la rodilla. Se debe al impacto que recibe la articulación al realizar la patada de pecho, que implica una rotación externa de la cadera y una flexión de la rodilla. También puede afectar a los ligamentos y meniscos de la rodilla.
  • Dolor de cuello: se produce por la tensión muscular o la mala postura al girar la cabeza para respirar o al mantenerla elevada en los estilos de pecho y mariposa. Puede provocar contracturas, tortícolis, pinzamientos o cervicales. También puede estar asociado a problemas de vértigo o mareos por el movimiento brusco de la cabeza.
  • Dolor de espalda: se origina por la hiperextensión o la flexión excesiva de la columna vertebral al realizar los estilos de mariposa y pecho, que requieren un mayor arqueo de la espalda. Puede causar lumbalgias, dorsalgias, contracturas o hernias discales. También puede estar relacionado con una mala técnica de viraje o de salida.

¿Cómo prevenir las lesiones en la natación?

Para evitar o reducir el riesgo de sufrir estas lesiones, es importante seguir una serie de recomendaciones, como las siguientes:

  • Realizar un calentamiento adecuado antes de entrar al agua, que incluya ejercicios de movilidad articular, estiramientos y activación muscular. Esto ayudará a preparar el cuerpo para el esfuerzo y a prevenir posibles desgarros, esguinces o contracturas.
  • Elegir el estilo de natación más apropiado según las características y el nivel de cada nadador. No todos los estilos son igual de exigentes ni de adecuados para todas las personas. Por ejemplo, el crol y la espalda suelen ser los más recomendados para los principiantes o para los que tienen problemas de espalda, mientras que el pecho y la mariposa son más difíciles y requieren una mayor técnica y condición física.
  • Mejorar la técnica de nado con la ayuda de un entrenador o monitor cualificado, que pueda corregir los posibles errores y enseñar los movimientos correctos para cada estilo. Una buena técnica permitirá nadar de forma más eficiente, aprovechando mejor la fuerza y la resistencia, y evitando sobrecargar las articulaciones y los músculos.
  • Controlar la respiración durante el nado, siguiendo un ritmo adecuado y coordinado con los movimientos de brazada y patada. Una buena respiración facilitará la oxigenación de los tejidos, el rendimiento físico y la relajación mental. También evitará la hiperventilación, el ahogo o la fatiga.
  • Descansar entre sesiones de natación, respetando los tiempos de recuperación y evitando el sobreentrenamiento. El descanso es fundamental para que el cuerpo se regenere y se adapte al esfuerzo, y para prevenir el desgaste, la inflamación o las lesiones por uso excesivo. También es importante dormir bien, hidratarse adecuadamente y llevar una alimentación equilibrada.
  • Acudir al médico o al fisioterapeuta ante cualquier síntoma de lesión, como dolor, hinchazón, enrojecimiento o limitación del movimiento. No se debe ignorar ni minimizar el dolor, ya que puede ser una señal de que algo no va bien. Es mejor consultar con un profesional que pueda valorar la gravedad de la lesión, indicar el tratamiento más adecuado y dar las pautas para la recuperación.
Consideraciones médicas y de lesiones para la natación

¿Cómo tratar las lesiones en la natación?

El tratamiento de las lesiones en la natación dependerá del tipo, la causa y la severidad de cada una. En general, se pueden seguir las siguientes medidas:

  • Aplicar frío en la zona afectada durante los primeros días después de la lesión, para reducir la inflamación, el dolor y el sangrado interno. Se puede usar una bolsa de hielo, una compresa fría o un spray de efecto frío, como Fisiocrem Spray Active Ice, que alivia el dolor de forma rápida y cómoda, sin ensuciar ni manchar la ropa. Se debe aplicar el frío durante unos 10-15 minutos, varias veces al día, y siempre con una tela o una toalla entre la piel y el hielo, para evitar quemaduras.
  • Tomar antiinflamatorios o analgésicos según la prescripción médica, para aliviar el dolor y la inflamación. Se debe seguir la dosis y la duración indicadas por el médico, y consultar con él cualquier efecto secundario o contraindicación. No se deben automedicar ni abusar de estos medicamentos, ya que pueden tener efectos adversos.
  • Realizar ejercicios de rehabilitación bajo la supervisión de un fisioterapeuta, que pueda diseñar un programa personalizado de recuperación, adaptado a las necesidades y objetivos de cada nadador. Los ejercicios de rehabilitación pueden incluir movilización pasiva, estiramientos, fortalecimiento, propiocepción, masajes, electroterapia, hidroterapia u otras técnicas, según el caso.
  • Reincorporarse progresivamente a la actividad física, siguiendo las indicaciones del médico y del fisioterapeuta, y respetando los plazos de recuperación. No se debe volver a nadar hasta que la lesión esté completamente curada, y se debe hacer de forma gradual, empezando por sesiones cortas y suaves, y aumentando la intensidad y la duración según la tolerancia y la evolución. También se debe evitar realizar movimientos o estilos que puedan agravar o recaer en la lesión.

Preguntas frecuentes

¿Qué beneficios tiene la natación para la salud?

La natación tiene múltiples beneficios para la salud, tanto física como mental. Entre ellos, se pueden destacar los siguientes:

  • Mejora la capacidad cardiovascular y respiratoria, al aumentar el consumo de oxígeno y el ritmo cardíaco.
  • Fortalece y tonifica los músculos de todo el cuerpo, al trabajar con la resistencia que ofrece el agua.
  • Favorece la flexibilidad y la movilidad articular, al realizar movimientos amplios y fluidos en el agua.
  • Previene y alivia el dolor de espalda, al reducir la presión sobre la columna vertebral y los discos intervertebrales.
  • Ayuda a controlar el peso corporal, al quemar calorías y grasa, y aumentar el metabolismo basal.
  • Reduce el estrés y la ansiedad, al liberar endorfinas y dopamina, que son las hormonas del bienestar y el placer.
  • Mejora el estado de ánimo, la autoestima y la confianza, al superar retos y objetivos, y al socializar con otros nadadores.

¿Qué material se necesita para practicar la natación?

Para practicar la natación, se necesita el siguiente material:

  • Traje de baño: debe ser cómodo, ajustado y resistente al cloro y al sol. Se recomienda elegir un modelo que se adapte al tipo de cuerpo y al estilo de nado de cada nadador. También se puede optar por un traje de neopreno, que ofrece mayor flotabilidad y protección térmica, en caso de nadar en aguas abiertas o frías.
  • Gafas de natación: son imprescindibles para proteger los ojos del cloro, el salitre, las bacterias y los rayos ultravioleta. Deben tener un buen ajuste, una buena visibilidad y un buen sellado, para evitar que se empañen o se llenen de agua. Se pueden encontrar diferentes tipos de gafas, según el tamaño, la forma, el color y el tipo de lente.
  • Gorro de natación: sirve para proteger el cabello del cloro, el salitre y el sol, y para evitar que se enrede o se moje demasiado. También ayuda a reducir la resistencia al agua y a mejorar la hidrodinámica. Se puede elegir entre diferentes materiales, como látex, silicona o tela, y entre diferentes diseños y colores.
  • Toalla y albornoz: son necesarios para secarse y abrigarse al salir del agua, y para evitar enfriamientos o resfriados. Se recomienda usar una toalla suave y absorbente, y un albornoz de algodón o microfibra, que sea ligero y fácil de transportar.
  • Chanclas y bolsa de natación: son útiles para evitar el contacto directo con el suelo y las superficies húmedas, que pueden estar contaminadas por hongos o bacterias. También facilitan el traslado del material de natación de forma cómoda y ordenada. Se aconseja usar unas chanclas antideslizantes y una bolsa de natación impermeable y con compartimentos.

Además de este material básico, también se puede usar otro material complementario, como los siguientes:

  • Tabla y pull buoy: son accesorios que se usan para aislar y trabajar de forma específica la parte superior o inferior del cuerpo. La tabla se sujeta con las manos y se usa para ejercitar las piernas, mientras que el pull buoy se coloca entre las piernas y se usa para ejercitar los brazos.
  • Palas y aletas: son accesorios que se colocan en las manos y en los pies, respectivamente, y que sirven para aumentar la superficie de contacto con el agua y la resistencia al nado. De esta forma, se consigue mejorar la fuerza, la velocidad y la técnica de brazada y patada.
  • Tubo frontal: es un accesorio que se coloca en la boca y que permite respirar sin tener que girar la cabeza. De esta forma, se consigue mantener una postura más alineada y relajada, y se puede concentrar más en la técnica de nado.
  • Reloj o cronómetro: es un accesorio que se usa para medir el tiempo, la distancia, la velocidad, el ritmo y la frecuencia cardíaca durante el nado. De esta forma, se puede controlar el rendimiento, el progreso y la intensidad del entrenamiento.

¿Es seguro nadar con asma?

Sí, la natación puede ser segura y beneficiosa para las personas con asma. El aire húmedo de la piscina puede ayudar a reducir la irritación de las vías respiratorias. Sin embargo, es importante hablar con tu médico sobre tu asma y seguir las recomendaciones que te brinde. Además, evita nadar en piscinas con altos niveles de cloro, ya que esto puede empeorar los síntomas del asma en algunas personas.

¿Qué debo hacer si experimento dolor de hombro mientras nado?

Si sientes dolor en el hombro durante la natación, es importante detenerte inmediatamente y descansar. Puedes aplicar hielo en el área afectada para reducir la inflamación. Consulta a un médico o fisioterapeuta para evaluar la lesión y recibir recomendaciones específicas de tratamiento y ejercicios de rehabilitación.

¿Es necesario usar gafas de natación?

El uso de gafas de natación no es estrictamente necesario, pero es altamente recomendable. Las gafas de natación protegen tus ojos de la irritación causada por el agua de la piscina y los productos químicos utilizados en ella. También mejoran tu visibilidad en el agua, lo que te permite nadar con mayor comodidad y seguridad.

Conclusión

La natación es un deporte muy saludable, pero también puede causar algunas lesiones si no se practica de forma adecuada. Por eso, es importante seguir una serie de consejos médicos y de lesiones para la natación, que nos ayudarán a disfrutar de este deporte sin riesgos ni molestias. Entre estos consejos, se encuentran los siguientes:

  • Realizar un calentamiento adecuado antes de entrar al agua.
  • Elegir el estilo de natación más apropiado según las características y el nivel de cada nadador.
  • Mejorar la técnica de nado con la ayuda de un entrenador o monitor cualificado.
  • Controlar la respiración durante el nado, siguiendo un ritmo adecuado y coordinado con los movimientos de brazada y patada.
  • Descansar entre sesiones de natación, respetando los tiempos de recuperación y evitando el sobreentrenamiento.
  • Acudir al médico o al fisioterapeuta ante cualquier síntoma de lesión, como dolor, hinchazón, enrojecimiento o limitación del movimiento.
  • Reincorporarse progresivamente a la actividad física, siguiendo las indicaciones del médico y del fisioterapeuta, y respetando los plazos de recuperación.

Esperamos que este artículo te haya resultado útil e interesante, y que te anime a practicar la natación de forma segura y divertida. Si tienes alguna duda o comentario, no dudes en contactarnos o dejarnos un mensaje. ¡Hasta pronto!

Fuentes del artículo

Libros:

  1. «Natación Terapéutica» de Maite Goñi Arrubla: Este libro se enfoca en la natación como terapia y ofrece información sobre cómo abordar diferentes condiciones médicas a través de la natación.
  2. «Natación: Técnica, entrenamiento y competición» de Gustavo Saldaña: Una obra completa que cubre aspectos técnicos, entrenamiento y seguridad en la natación.
  3. «Lesiones en la natación. Prevención y tratamiento» de Nabor de Miguel Cámara: Un libro que se centra en las lesiones comunes en la natación y cómo prevenirlas y tratarlas.
  4. «Nadar para Vivir» de Manuel Sánchez Lázaro: Ofrece una visión integral de los beneficios de la natación para la salud y proporciona consejos sobre cómo practicarla de manera segura.

Sitios web:

  1. Federación Española de Natación (www.rfen.es): El sitio web oficial de la Federación Española de Natación es una fuente confiable de información sobre competiciones, reglas y noticias relacionadas con la natación en España.
  2. Natación en el Blog (www.natacionenelblog.blogspot.com): Un blog con artículos sobre técnicas de natación, entrenamiento y temas de salud relacionados con la natación.
  3. Salud y Natación (www.saludynatacion.com): Este sitio web se centra en la relación entre la natación y la salud, abordando temas médicos y consejos para nadadores de todas las edades.
  4. Clínica CEMTRO – Blog de Medicina Deportiva (www.clinicacemtro.es/blog): Un blog de medicina deportiva que aborda diversas disciplinas deportivas, incluida la natación, con información sobre lesiones y consejos médicos.
  5. Fundación Española del Corazón (www.fundaciondelcorazon.com): Este sitio ofrece recursos sobre problemas cardíacos y cómo abordarlos en relación con la natación, especialmente relevante para personas con afecciones cardíacas.

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