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Dolor de tendón: ¿Hay que aceptar el dolor para practicar un deporte?

Dolor de tendón: ¿Hay que aceptar el dolor para practicar un deporte?

Introducción

Si practicas algún deporte, es posible que hayas experimentado alguna vez dolor en los tendones, esas estructuras fibrosas que conectan los músculos con los huesos y que permiten el movimiento de las articulaciones. El dolor de tendón puede ser una señal de que el tendón está inflamado, irritado o lesionado, lo que se conoce como tendinitis o tendinopatía. Esta afección puede afectar a cualquier tendón del cuerpo, pero es más frecuente en zonas como el hombro, el codo, la rodilla, el tobillo y el talón.

El dolor de tendón puede limitar tu rendimiento deportivo y tu calidad de vida, por lo que es importante que no lo ignores ni lo aceptes como algo normal. En este artículo te explicamos qué causa el dolor de tendón, cómo prevenirlo y cómo tratarlo adecuadamente.

Dolor de Tendón en el Deporte

El dolor de tendón es una preocupación común entre los deportistas. Los tendones son tejidos conectivos que unen los músculos a los huesos, permitiendo el movimiento. Cuando estos tejidos se lesionan o sufren desgaste, el dolor se convierte en un obstáculo para el rendimiento deportivo. A menudo, los deportistas se enfrentan a la disyuntiva de si deben ignorar el dolor y seguir entrenando o buscar una solución que no implique sacrificios a largo plazo.

¿Es Aceptable Ignorar el Dolor?

Uno de los mitos más comunes en el mundo del deporte es la idea de que el dolor es una parte necesaria del camino hacia el éxito. Algunos atletas creen que deben ignorar el dolor de tendón y seguir entrenando, pensando que esto los hará más fuertes. Sin embargo, esta noción es peligrosa y puede llevar a lesiones más graves. Ignorar el dolor no es la respuesta, y es importante distinguir entre el dolor de entrenamiento normal y el dolor que señala una lesión real.

La Importancia de Escuchar a tu Cuerpo

Escuchar a tu cuerpo es una habilidad crucial para cualquier deportista. A menudo, el dolor de tendón es una señal de que algo no está bien. Si sientes dolor persistente, inflamación, o dificultad para mover una articulación, es hora de tomar medidas. Ignorar estas señales puede agravar la lesión y prolongar el tiempo de recuperación. En lugar de eso, es fundamental buscar la asesoría de un profesional de la medicina deportiva, que pueda proporcionar un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

¿Qué causa el dolor de tendón?

El dolor de tendón suele ser el resultado de un uso excesivo o repetitivo del tendón, que provoca microtraumatismos y una respuesta inflamatoria. Esto puede ocurrir por varias razones, como:

  • Realizar actividades deportivas que implican movimientos bruscos, cambios de dirección, saltos o impactos, como el fútbol, el baloncesto, el tenis o el atletismo.
  • Aumentar la intensidad, la duración o la frecuencia del entrenamiento sin una adaptación progresiva.
  • No calentar adecuadamente antes de hacer ejercicio ni estirar después.
  • Tener una técnica o una postura incorrecta al realizar los ejercicios.
  • Usar un calzado o un equipamiento inadecuado o desgastado.
  • Tener factores de riesgo personales, como edad avanzada, obesidad, diabetes, artritis o alteraciones biomecánicas.

El dolor de tendón puede variar en intensidad y duración según la gravedad y la cronicidad de la lesión. En algunos casos, el dolor puede ser leve y desaparecer con el reposo y los antiinflamatorios. En otros casos, el dolor puede ser intenso y persistente, e incluso provocar cambios degenerativos en el tendón que dificultan su recuperación.

El dolor de tendón puede ser causado por diversas razones, entre las que se incluyen:

  1. Sobrecarga: La realización de actividades físicas intensas o repetitivas puede causar inflamación y dolor en los tendones.
  2. Lesiones: Un golpe directo o una torcedura pueden dañar los tendones y causar dolor.
  3. Envejecimiento: Con el paso del tiempo, los tendones pueden perder elasticidad y volverse más propensos a sufrir lesiones.
  4. Factores genéticos: Algunas personas pueden tener una predisposición genética a sufrir problemas en los tendones.
Dolor de tendón: ¿Hay que aceptar el dolor para practicar un deporte?

¿Cómo prevenir el dolor de tendón?

Para prevenir el dolor de tendón y evitar que se agrave o se cronifique, es fundamental seguir unas pautas básicas que te ayudarán a cuidar tus tendones y a evitar sobrecargarlos. Estas son algunas recomendaciones:

  • Realiza un calentamiento previo al ejercicio que incluya movilidad articular y activación muscular.
  • Estira los músculos implicados en la actividad después del ejercicio para relajarlos y mejorar su elasticidad.
  • Sigue un plan de entrenamiento adaptado a tu nivel y a tus objetivos, y respeta los tiempos de descanso y recuperación entre sesiones.
  • Mejora tu técnica y tu postura al realizar los ejercicios, y corrige los posibles defectos o vicios que puedan afectar a tus tendones.
  • Usa un calzado adecuado para cada deporte y cámbialo cuando esté desgastado. También puedes usar plantillas u ortesis si tienes algún problema en los pies o en las piernas.
  • Fortalece los músculos que rodean las articulaciones para proteger los tendones y mejorar su capacidad de resistencia.
  • Controla tu peso corporal para evitar una sobrecarga en los tendones, especialmente en las extremidades inferiores.
  • Lleva una alimentación equilibrada y rica en nutrientes que favorezcan la salud de los tejidos conectivos, como la vitamina C, el zinc o el magnesio.
  • Hidrátate adecuadamente antes, durante y después del ejercicio para mantener una buena lubricación articular.

¿Cómo tratar el dolor de tendón?

Si a pesar de seguir estas medidas preventivas sufres dolor de tendón, lo primero que debes hacer es consultar con un médico o un fisioterapeuta para que te haga una valoración y te indique el tratamiento más adecuado según tu caso. El tratamiento del dolor de tendón suele incluir los siguientes aspectos:

  • Reposo relativo: Consiste en evitar las actividades que provoquen o empeoren el dolor, pero sin dejar de mover la articulación afectada dentro de un rango tolerable. El reposo absoluto puede ser contraproducente, ya que puede provocar rigidez, atrofia o adherencias en el tendón.
  • Aplicación de frío: El frío ayuda a reducir la inflamación y el dolor, y tiene un efecto analgésico y antiinflamatorio. Se puede aplicar hielo envuelto en un paño o una bolsa de gel frío sobre la zona dolorida durante unos 15 minutos, varias veces al día, siempre con una separación de al menos una hora entre cada aplicación.
  • Medicación: El médico puede recetar medicamentos antiinflamatorios o analgésicos para aliviar el dolor y la inflamación. Estos medicamentos deben tomarse siguiendo las indicaciones del médico y no abusar de ellos, ya que pueden tener efectos secundarios. En algunos casos, el médico puede optar por infiltrar corticoides o plasma rico en plaquetas en el tendón, pero solo como último recurso y bajo estricto control médico.
  • Fisioterapia: La fisioterapia es una parte fundamental del tratamiento del dolor de tendón, ya que ayuda a mejorar la función y la capacidad de regeneración del tendón. El fisioterapeuta puede aplicar diferentes técnicas, como masaje, electroterapia, ultrasonido, láser, ondas de choque o punción seca, para reducir el dolor, la inflamación y las adherencias en el tendón. También puede enseñarte ejercicios específicos para estirar y fortalecer el tendón y los músculos asociados, así como para mejorar la movilidad y la estabilidad articular. Además, puede aconsejarte sobre cómo prevenir las recaídas y cómo volver a tu actividad deportiva de forma progresiva y segura.
  • Cirugía: La cirugía es el último recurso cuando el tratamiento conservador no ha dado resultados satisfactorios y el dolor de tendón persiste o limita la función. La cirugía consiste en reparar el tendón dañado mediante suturas o injertos, y eliminar las posibles calcificaciones o espolones óseos que puedan interferir con el tendón. La cirugía requiere un postoperatorio cuidadoso y una rehabilitación supervisada por un fisioterapeuta.

Preguntas frecuentes

¿Qué deportes son los que más causan dolor de tendón?

El dolor de tendón puede afectar a cualquier deportista, pero hay algunos deportes que son más propensos a provocarlo por las características de sus movimientos. Algunos ejemplos son:

  • El tenis y el pádel, que pueden causar dolor en el tendón del codo (epicondilitis o codo de tenista) o en el hombro (tendinitis del manguito rotador).
  • El baloncesto y el voleibol, que pueden causar dolor en el tendón rotuliano (tendinitis rotuliana o rodilla del saltador) o en el tendón de Aquiles (tendinitis aquilea).
  • El atletismo y el fútbol, que pueden causar dolor en el tendón de Aquiles, en el tendón rotuliano o en los isquiotibiales (tendinitis de la pata de ganso).
  • La natación, que puede causar dolor en el hombro (tendinitis del manguito rotador o hombro del nadador) o en el codo (epitrocleitis o codo de golfista).

¿Qué puedo hacer si me duele el tendón durante el ejercicio?

Si sientes dolor en el tendón durante el ejercicio, lo más recomendable es que pares inmediatamente y no fuerces la articulación. Aplica frío sobre la zona dolorida durante unos 15 minutos y toma algún analgésico si es necesario. Si el dolor persiste o se repite con frecuencia, consulta con un médico o un fisioterapeuta para que te examine y te indique el tratamiento más adecuado.

¿Qué ejercicios puedo hacer para prevenir el dolor de tendón?

Para prevenir el dolor de tendón, es importante realizar ejercicios que mejoren la elasticidad, la fuerza y la resistencia de los tendones y los músculos asociados. Estos ejercicios deben adaptarse al tipo de deporte que practiques y a tus características personales. Algunos ejemplos generales son:

  • Ejercicios de estiramiento: Consisten en alargar los músculos y los tendones de forma suave y progresiva, sin llegar al dolor ni hacer rebotes. Se deben mantener las posiciones durante unos 20 o 30 segundos, y repetirlas varias veces. Los ejercicios de estiramiento se pueden hacer antes y después del ejercicio, pero siempre con los músculos calientes.
  • Ejercicios de fortalecimiento: Consisten en contraer los músculos y los tendones de forma controlada y con una resistencia adecuada, que puede ser el propio peso corporal, una banda elástica, una mancuerna o una máquina. Se deben hacer series de unas 10 o 15 repeticiones, con una pausa entre cada una. Los ejercicios de fortalecimiento se pueden hacer dos o tres veces por semana, alternando los grupos musculares.
  • Ejercicios excéntricos: Son un tipo de ejercicios de fortalecimiento que se basan en alargar el músculo y el tendón mientras se les aplica una carga. Estos ejercicios son muy efectivos para mejorar la capacidad de regeneración y resistencia de los tendones, y se usan especialmente para tratar las tendinopatías crónicas. Se deben hacer con cuidado y bajo supervisión profesional, ya que pueden provocar dolor o lesiones si se hacen mal o en exceso.

¿El dolor es siempre malo cuando se practica deporte?

No, el dolor no es siempre malo. Existe una diferencia entre el dolor normal asociado con el esfuerzo físico y el dolor que indica una lesión. El dolor muscular después de un entrenamiento intenso es común y suele desaparecer en unos días. Sin embargo, si el dolor es intenso, persistente y afecta tu rendimiento, es esencial buscar asesoría médica.

¿Cuál es la diferencia entre una lesión y el dolor de entrenamiento normal?

La principal diferencia radica en la duración y la intensidad del dolor. El dolor de entrenamiento normal tiende a ser leve y transitorio, mientras que el dolor de una lesión puede ser intenso y persistente. Además, una lesión a menudo se acompaña de inflamación y limitación en la movilidad.

Conclusión

El dolor de tendón es un problema frecuente entre los deportistas, que puede afectar a su rendimiento y a su salud. Para evitarlo, es importante seguir unas pautas de prevención que incluyen un calentamiento adecuado, un entrenamiento progresivo, una técnica correcta, un equipamiento apropiado y unos hábitos saludables. Si el dolor aparece, se debe consultar con un profesional que indique el tratamiento más conveniente, que suele combinar reposo relativo, frío, medicación, fisioterapia y cirugía en casos extremos. Además, se deben realizar ejercicios específicos para estirar y fortalecer los tendones y los músculos implicados, así como para mejorar la movilidad y la estabilidad articular.

Referencias

Libros:

  1. «The Sports Medicine Patient Advisor» de Pierre A. Rouzier: Este libro ofrece información detallada sobre lesiones deportivas, incluyendo lesiones de tendones y su tratamiento.
  2. «Sports Medicine for Coaches and Athletes» de D. Rick Burkholder y Kevin Guskiewicz: Un recurso valioso que aborda temas relacionados con la medicina deportiva, incluyendo lesiones de tendones.
  3. «The Anatomy of Sports Injuries» de Brad Walker: Este libro proporciona una comprensión detallada de la anatomía de lesiones deportivas, incluyendo lesiones de tendones, con ilustraciones y explicaciones claras.

Sitios Web:

  1. Mayo Clinic (mayoclinic.org): Mayo Clinic es una fuente confiable para información médica. Ofrece artículos sobre lesiones deportivas, incluyendo información sobre el dolor de tendón y su tratamiento.
  2. American Orthopaedic Society for Sports Medicine (aossm.org): El sitio web de la AOSSM proporciona recursos y artículos relacionados con la medicina deportiva y las lesiones de tendones.
  3. Sports Medicine Australia (sma.org.au): Este sitio web ofrece información sobre prevención y tratamiento de lesiones deportivas, incluyendo consejos sobre el manejo del dolor de tendón.
  4. WebMD (webmd.com): WebMD es una fuente de confianza para información médica y proporciona recursos sobre lesiones deportivas, incluyendo información sobre tendones y cómo tratar el dolor.
  5. PubMed (pubmed.ncbi.nlm.nih.gov): Esta base de datos de artículos científicos y médicos es ideal para obtener información científica actualizada sobre lesiones de tendones en el deporte.

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